Si una palabra define este momento es 'emocionante'. En Estados Unidos son los reyes del show y protagonizan momentos que te llegan al corazón. Y, si mezclamos emoción con la NBA, el resultado puede provocarte más de una lágrima.
Ocurrió en un descanso del partido de la NBA entre los Phoenix Suns y los Sacramento Kings. Dos niños salieron a cancha dispuestos a protagonizar un concurso con la mascota de los Kings. El único requisito: vendarse los ojos para realizar el juego. Sin embargo, lo que no se esperaban era que su padre les esperaba al otro lado de la cancha.
Nueve meses después de partir en misión a Afganistán con el ejército de los Estados Unidos, este aficionado se reencontró con sus hijos en un momento cargado de emoción que seguro nunca olvidarán.