Con la mirada puesta de cara al verano, muchos son los que se apuntan a las famosas dietas milagro, entrenamientos extremos, comidas sustitutivas… sin ser conscientes de los 'peligros' que esto supone. Todo ello hace que se intensifique la sensación de hambre, ya que se le quita al cuerpo de golpe las calorías a las que está acostumbrado, lo que provoca un efecto rebote en el organismo.
Pero lo más importante a la hora de hacernos la eterna pregunta de: ¿Por qué tenemos hambre a todas horas?, es saber diferenciar entre el hambre y el apetito. Donde pueden influir diferentes factores como la ansiedad o el estrés.