De origen supuestamente francés, el individuo pidió auxilio a la expretendienta de 'Mujeres, hombres y viceversa', alegando ser nuevo en el barrio y no ser capaz de encontrar su casa. Según el relato de Mojica, después de facilitarle una dirección, decidió acompañar al desconocido en un gesto de amabilidad. "Lo que pasa es que de buena, soy tonta", se resignaba después Mojica.
En el camino, el hombre insitía en invitar a la bailarina a una paella para agradecérselo, para lo cual le repetía que quería su número de teléfono. Sin embargo, la situación se volvió más incómoda cuando el individuo le sugirió que le acompañase hasta su casa y que subiera al inmueble en el que teóricamente residía y alegando: "no te voy a hacer nada".
En ese momento, Ana Mojica decide plantarse y decirle a su acompañante que no quiere nada más que ayudarle y que no va a seguir haciéndolo. El hombre, siempre según la versión de Mojica, habría hecho amago de bajarse los pantalones y sacarse un objeto del bolsillo.
Ana, afortunadamente, no tuvo que lamentar ninguna desgracia, porque pudo echar mano del teléfono móvil y amenazar al sujeto con avisar a la policía. Lo que sí hizo fue, según siempre su versión, llamar a un amigo para que la fuese a recoger y darse una vuelta por una plaza de la ciudad para despistar al desagradable vecino.
Este relato ha sido extraído de un directo que Ana Mojica retransmitió en Instagram la mañana del martes y que ya ha sido borrado. La historia se ciñe a la versión de la bailarina catalana, que llegó a advertir a todas sus seguidoras con un contundente "Chicas, no vayáis de noche solas por la calle". Esperemos que no solo las chicas que la siguen, sino también la policía de la localidad, haya tomado buena nota de las palabras de Ana Mojica.