No esperaba este joven chino terminar, lo que parecía un amistoso partido de fútbol callejero, con heridas de las que cuesta cicatrizar. Situémonos: barrio trabajador chino en el que un grupo de amigos se reúnen con sus respectivos equipos para disputar un encuentro.
En el transcurso del choque, una tangana de dimensiones considerables se forma sin que el árbitro pueda hacer nada por evitarlo. Más de un jugador termina por los suelos y se forman corrillos en los que el partido termina por perder su condición de amistoso. Como consecuencia, varios heridos entre los que el 'Daily Mail' destaca a uno cuya oreja ha quedado bastante maltrecha.