La gran esperanza blanca es conseguir un gran resultado en Múnich para dejar encarrilado el pase a la final de la Champions. Para alcanzar este objetivo, los futbolistas se preparan en lo físico y lo mental. Algunos, como Cristiano Ronaldo, Casemiro y Marcelo, tienen en cuenta otros factores, como aquellos que tienen que ver con la superstición.
Antes de cada choque europeo y siempre que la expedición blanca tiene que viajar por el Viejo Contienente, el trío de futbolistas lusófonos lleva a cabo una acción que repite a modo de ritual y que, hasta la fecha, le ha traído buena suerte. Se podría decir, incluso, que la gran esperanza blanca empieza en el aeropuerto y tiene que ver con cómo se bajan del avión el lateral, el centrocampista y el delantero.