Conseguía el combinado africano entrenado por Aliou Cissé -capitán de la Senegal que alcanzó los cuartos de final en el Mundial de 2002- la primera victoria de este continente en el Mundial y lo hacía ante una -teóricamente- superior Polonia.
El partido empezó mal para los europeos, con un gol en propia meta de Thiago Cyonek y que terminaría siendo la primera de las piedras de la derrota por 1-2 de Polonia.
Ante la cara negativa del partido, la de los polacos, la alegría y la emoción de los senegaleses. Lágrimas de varios aficionados, música durante los noventa minutos gracias a su percusión y otros muchos detalles no se han escapado a nuestra mirada. Nada de lo que sucedió en la grada, pero tampoco en el césped. ¿Acaso no te fijaste en la artimaña senegalesa para tratar de despistar al árbitro dentro del área. La idea, sin duda, no tiene desperdicio.